El trabajador afectado debe recibir atención médica a través de su plan de salud habitual para enfermedades generales (EPS o ESSALUD), y obtener un Informe Médico que detalle los diagnósticos y respalde dichos diagnósticos con resultados de exámenes médicos. El empleador tiene que remitirnos, ya sea por correo electrónico o en formato físico:
- Un Informe Médico que confirme el diagnóstico médico final actual, expedido por su seguro de salud para enfermedades generales EPS, ESSALUD o un médico privado, junto con los resultados de pruebas que apoyen este diagnóstico.
- Resultados de exámenes ocupacionales realizados en los últimos tres años.
- Un reporte detallando los diferentes roles laborales desempeñados por el empleado desde su fecha de inicio en la empresa, incluyendo la duración en cada puesto.
- Un IPER, o informe de Identificación de Peligros y Evaluación de Riesgos, a los que el trabajador ha estado expuesto.
Con base en esta documentación, determinaremos si procede clasificarla como una Enfermedad Profesional. Dependiendo del caso, podríamos requerir información adicional para respaldar nuestra evaluación.